miércoles, 3 de junio de 2015

Si Dios me concede el milagrito

Si Dios me concede el milagrito de alejarte de mi vida, podría mirar mi entorno con otros colores. Los días serían como el primer día de verano, y el río no llenara mi alcoba con sus aguas crecientes de dolor irremediable.

Si Dios se ayudara, y quitara la espiga del poco trigo que crece en mis tierras, podría des cosechar mejores productos y ofrecer algo de valor al mercado que los necesita.

Pero tú sigues ahí cual herida que no cicatriza en mi piel, como la diabetes, infeliz, empalagándome de dolor.

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